Guerrero Divino de Dubhe
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Post by Fouché on Mar 4, 2016 11:40:53 GMT -6
El guerrero Fouché, descendiente directo de Sigurd, y enamorado de una joven y hermosa princesa cuyo nombre no vale mucho recordar, era por mucho el más diestro guerrero de la época, en plena madurez, iniciaban sus mejores años, se le encomendó la tarea de proteger a la princesa, una tarea de la cual solo el mejor podría encargarse.
El tiempo a su lado lo disfruto, no lo veía como una obligación ni como un deber, simplemente quería estar ahí para ella,
En su mente no había otra cosa que cuidarla y protegerla, por ello se entrenaba arduamente, siempre en busca de perfeccionar su técnica, su principal habilidad consistía en la maestría con el uso de su espada Gram, no había guerrero Escandinavo o en cualquier lugar que lo superara en habilidad o valentía y no muchos podían presumir el haber sobrevivido a su encuentro.
Pero sabía que eso no sería suficiente, algo muy grande se estaba gestando y necesitaría esforzarse más para cumplir con el deber hacia su princesa.
Un día, cabalgando por las cercanías del castillo estando de cacería sucedió algo que sin duda cambiaría por completo los planes del guerrero y el mapa del mundo tal como lo conocemos.
Un fuerte temblor asolo la tierra abriéndose grietas en el suelo y provocando avalanchas de las altas montañas de la región, de la tierra comenzaron a salir cientos de engendros, espectros se hacían llamar, todos al servicio de alguien superior, en el acto el muchacho desenvaino a Gram y con miedo y coraje en los ojos empezó a arremeter contra todo ser que se le ponía en el camino, no tardo en comprender que su lugar en ese momento de infortunio debía ser al lado de su princesa y se dirigió hacia el castillo donde se encontraba ella, pero llego tarde, una horda de espectros del inframundo ya se encontraba invadiendo el castillo, Fouché entro con rapidez derribando a cuanto se le puso enfrente, su miedo más grande era que algo le pudiera pasar a su princesa y esperaba muy en el fondo de su ser que su guardia personal pudiera resistir en el salón principal el ataque de semejantes criaturas, al menos hasta que esté llegara, pero su esfuerzo no fue suficiente, cuando llego vio una escena que ni en la peor de sus pesadillas imaginaria, un baño de sangre, la guardia personal de la princesa, todos habían caído, busco al rededor y la vio, ahí se encontraba ella, su cuerpo sin vida, algo que el guerrero no pudo evitar y por lo cual se sintió culpable al no estar para defenderla, sus manos temblorosas, sus ojos llorando su perdida y su corazón destrozado, ahí se encontraba Fouché a mitad del salón viendo como todo lo que conocía se iba consumiendo, en su mente fue una eternidad, en la realidad apenas si fueron unos segundos, cuando presto atención a su entorno se encontraba rodeado, en el salón quedaban 3 espectros y en camino había otros más, con furia los empezó a atacar, cayo uno, otro le rasgo la pierna limitando sus movimientos, con el tercero se enfrasco en una pelea cuerpo a cuerpo al perder su espada mientras la sala se llenaba de más espectros, todo estaba acabado, o al menos eso paso por su mente.
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Guerrero Divino de Dubhe
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Post by Fouché on Mar 7, 2016 19:44:58 GMT -6
…cuando un puñado de espectros lo sujeto, al tiempo que otro tomaba su espada y se disponía a liquidar al guerrero, fue entonces cuando la cólera de furia se apodero de este, entrando en modo Berserker, logro librarse de quienes los sujetaban y recuperando a Gram pudo empezar por matar a dos espectros de un solo movimiento, su vigor había regresado, no sentía dolor ni cansancio físico, arrasaba con cuanto espectro se le atravesara, sin embargo su lucha parecía no tener fin, por cada enemigo caído aparecían dos ocupando su lugar.
La pelea se volvía insostenible, sabía que no tardaría en caer, como pudo intento retirarse del lugar, pero a esas alturas era ya una tarea imposible.
Apunto de sucumbir, una estrella brillo en el cielo, cayendo con luz cegadora sobre una montaña helada, de la cual una misteriosa figura con forma de un Dragón bicéfalo emerge, La armadura de Alpha Dubhe, destinada a uno de los siete Dioses Guerreros al servicio del Dios Odín.
Entonces, es cuando esta armadura se transporta hacia donde se encontraba el guerrero Fouché, en un parpadeo llega al gran salón, y ante la mirada expectante de los espectros, esta se fragmenta y cubre el cuerpo de un Fouché agotado dando nueva vida a su portador, era el fin de los espectros.
El nuevo guerrero divino cayo de rodillas perdiendo el conocimiento.
Al despertar, ya sin armadura, se encontró con la destrucción total, maldijo su suerte, su deseo, al igual del de muchos Asgardianos era morir en batalla, una muerte honrosa peleando por lo que creé y llevándose unas cuantas vidas en la consigna, solo así encontraría las puertas del Valhalla abiertas y se reuniría con sus compañeros de armas, sin embargo su deseo por vivir también era grande, sentía la necesidad de acabar con la vida que le arrebato todo lo que alguna vez significo algo para él, no quien acciono el gatillo, sino, quien dio la orden, pero no sabía de quién o de qué se trataba, la impotencia de no saber lo carcomía.
Y sin embargo no era lo único, la razón por la que sobrevivió, la armadura, todo eran preguntas, de las cuales no tenía respuesta, como conseguiría envestirse de nuevo que la armadura divina, o donde había acabado está después de salvarlo?
Había escuchado leyendas sobre la existencia de estas armaduras divinas, leyendas sobre guerreros que las portaban cada que Asgard se encontraba en peligro, leyendas que decían que cada que esto sucedía, Odín elegía a su representante para guiar a sus guerreros, pero creía que eran solo eso, “leyendas”, cuentos para dormir a los niños.
Pero no podían ser solo cuentos, lo experimento en sangre propia, en un momento de gran necesidad, y sin embargo, porque no llego antes, antes de que la catástrofe fuera inevitable, antes de toda esa destrucción sin sentido, antes de que esos espectros acabaran con la vida, de bueno, porque no llego antes?
--Off. Decirles espectros a los enemigos es solo una manera de llamarlos, no significa que lo sean, en origen así era, pero ya no, a todo caso una clase de espectros de categoría inferior.
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Guerrero Divino de Dubhe
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Post by Fouché on Mar 10, 2016 13:25:47 GMT -6
Fue así como Fouché intento por todos sus medios darle respuesta a las preguntas que lo aquejaban, primero buscando sobrevivientes en las zonas atacadas, en su búsqueda se topó con Alberich, la mente más brillante de Asgard, de carácter soberbio y nada solidario, quien solo se limitó a decirle lo que ya sabía, lo que decían las leyendas, en cuanto a los espectros o a quien servían, no dijo nada, de nuevo estaba como al principio y eso le incomodaba.
Tampoco sabía dónde buscar la armadura, las leyendas solo mencionaban que esta se encontraba en el interior de una montaña helada, información que le ayudaba en poco y nada para encontrarla, tarea sencilla ubicar una sola dentro de una cadena montañosa.
Lo que Fouché no sabía, es que ligado a su origen, la armadura estaba conectada a él, su problema radicaba en relacionar esa conexión, usarla para llamar a esa armadura, pero no estaba ni cerca de averiguar cómo hacerlo.
Necesitaba despejar su mente, distraerse un poco de todas esas preguntas cuya respuesta le era desconocida, y que mejor manera de hacerlo que montar a lomos de su caballo “Ventisca”, un caballo Fjord Grey Dun Noruego, musculoso y ágil, conocía bien el peligro, el mejor para el tempestivo clima de Asgard.
Y así se fueron Fouché y Ventisca, lo que al principio fue concebido como una cabalgata corta, pronto se había convertido, aun sin saberlo, en la búsqueda de la armadura.
Ventisca conocía el carácter de Fouché, quizá más de lo que se conocía el mismo, y era capaz de interpretar su angustia, por lo que instintivamente escucho el llamado que le hacia la armadura a su jinete y esa dirección tomo, Fouché creía que era el quien guiaba el camino, pero era su caballo el que lo llevaba hacia donde su destino lo guiaba. Después de algunas horas de cabalgata, Fouché sintió que ya era tiempo de regresar, que su tiempo de distracción ya había sido mucho, que equivocado estaba.
Tiro de las riendas para dirigir a Ventisca de regreso, pero el caballo no se dejó, relinchaba y bufaba, quería seguir el camino que ya tenía trazado, Fouché no sabía que esperar, era la primera vez que Ventisca se negaba a hacer lo que el jinete quería, cosa que le extrañaba, desmonto su caballo y trato de jalar de las riendas, pero el caballo hacia lo mismo en la dirección contraria, fue entonces cuando Ventisca se paró sobre sus cuartos traseros y venteo sobre su jinete, para después inclinarse en señal de que esperaba ser montado de nuevo, así Fouché creyó entender lo que le decía su caballo, por lo que lo monto de nuevo y dejo que lo llevara.
A medida que avanzaban, Fouché sentía dudas, pero confiaba mucho en su caballo, sabía que tenía una buena razón para ir en esa dirección, pronto oscurecería y eso no era bueno para Ventisca.
Después de unas horas de cabalgata, ya entrada la noche, y tras haber sorteado montañas, infinidad de árboles y avanzar cerca de la ribera de un río, Ventisca se detuvo intempestivamente, se quedó quieto y espero. Fouché instintivamente descabalgo y camino hacia una ladera que tenia de frente, era un talud deslavado, se observaba hielo, lodo y árboles arrancados por la avalancha, escalo unos cuantos metros hasta una grieta de la montaña y sus ojos no daban crédito a lo que veían, ahí estaba, tras una pared de hielo...
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Guerrero Divino de Dubhe
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Post by Fouché on Mar 16, 2016 13:20:21 GMT -6
... un tenue brillo azul que proyectaba una sombra similar a un Dragón de dos cabezas, se acercó un poco y al tocar el muro de hielo, la armadura comenzó a resonar a una frecuencia tal que el Guerrero Fouché sentía saber lo que la armadura decía, dio un paso atrás y el hielo comenzó a resquebrajarse dando vía libre hacia el interior de la montaña, el lugar de reposo de la armadura de Alpha Dubhe que se representaba en la figura del Dragón Fafnir.
El guerrero ingreso precavido, sin saber que esperar de los recientes acontecimientos, se acercó a la armadura y esta empezó a despedir un brillo cada vez más potente, fue ahí donde por fin se sintió conectado a su armadura y en un instante ya la traía puesta, una de sus muchas preguntas había sido respondida fin.
Fouché salió del lugar como un Dios Guerrero.
Descendió un poco por la cuesta esperando encontrar a Ventisca, pero su caballo ya no estaba, al parecer este se había ido sin dejar rastro al sentir que había cumplido con su misión, la de reunir a su jinete con la armadura de guerrero divino.
Sin más Fouché emprendió camino de nuevo a casa, creyendo que sería un camino largo, su sorpresa fue que con tan solo pensarlo ya estaba ahí, sin demoras, sin esfuerzo, solo comprendía que había llegado y no necesitaba explicación para ello.
Le tomo un par de días tomar una decisión, por un lado quería vengar sus pérdidas, por otro, quería tomar conciencia de lo que esa armadura representaba para su pueblo y los beneficios que podría traer, sin embargo a sus oídos llego el rumor de que en el mundo había más individuos portando una armadura y que servían a distintos dioses, solo uno de ellos compartía creencias y origen con Fouché y sabía que tarde o temprano necesitaría su apoyo, este era el guerrero divino de Midgard.
Sin embargo los rumores hablaban demasiado de un lugar oculto en Grecia al que llamaban el santuario, se decía que ahí se reunían un grupo de caballeros al servicio de la diosa Atena, Fouché no estaba seguro si ello tendría relación con los acontecimientos recientes, o si era un hecho aislado, pero igual tomó la decisión de ir a investigar.
Para ello tendría que hacer un viaje de 1,600 km hasta Oslo y de ahí 3,500 km más hasta Atenas, lugar donde buscaría dar con el Santuario, más de 5 mil km, en montura sería una tarea imposible, ya que difícilmente un caballo podría soportar sobre sus cuartos el peso del jinete y su armadura por trayectos muy largos, su única opción era caminar y correr hasta encontrar algún medio de transporte que lo pudiera llevar.
El camino hasta Oslo fue largo y accidentado, 12 días se tardó Fouché en recorrer a píe los 1,600 km que separaban a Asgard de Oslo, esto por la dificultad del terreno lleno de cumbres y montañas nevadas, en circunstancias normales lo habría recorrido entre 8 y 10 días cuando mucho, podría decirse que no tuvo contratiempos para el primer tramo de su largo trayecto a Grecia, no sería igual para el resto del viaje.
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